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Mindfulness para profesores: la práctica hace la paz

mindfulness para profesores

La enseñanza puede ser realmente estresante; a menudo es una culminación de pequeños sucesos que se acumulan a lo largo del día y crean un nudo en los hombros y unas ganas incontrolables de exhalar al final de la jornada.

El mindfulness para profesores puede ayudar. En este artículo explicaremos qué es la atención plena, los beneficios de esta práctica y algunos ejemplos para empezar.

¿Qué es el mindfulness?

En pocas palabras, el NHS define el mindfulness de la siguiente manera

«La meditación de atención plena consiste en sentarse en silencio y prestar atención a los pensamientos, los sonidos, las sensaciones de la respiración o las partes del cuerpo, devolviendo la atención cada vez que la mente empieza a divagar».

Para los profesores, puede ser una práctica breve y práctica que puede incorporarse incluso a los horarios más locos. No sólo eso, sino que ese estrés acumulado a lo largo del día podría aliviarse con una breve y sencilla meditación de atención plena.

¿Cómo puede ayudar el mindfulness a los profesores?

Los ejercicios de mindfulness te ayudan a estar en el momento presente, en lugar de concentrarte en tu creciente lista de tareas. La atención plena nos ayuda a desenredar la creciente maraña de pensamientos que tenemos en la cabeza y a dejar de lado los pensamientos inútiles. El National Institute for Health and Care Excellence (NICE) recomienda el mindfulness como forma de prevenir la depresión y el NHS subraya los beneficios del mindfulness para las personas susceptibles de sufrir estrés y ansiedad.

El mindfulness para profesores puede ayudar:

Los beneficios del mindfulness van más allá de tu bienestar individual. Si te sientes más feliz contigo mismo, eso tendrá sin duda un impacto positivo en tu rendimiento en el aula. En este artículo escrito por un educador para la revista Berkeley Greater Good de la Universidad de California, se sugieren toda una serie de beneficios del mindfulness en el aula.

Los beneficios incluyen:

Las pruebas de sus beneficios también están a la vista. Un estudio de 2013 de la Universidad de Wisconsin analizó cómo el mindfulness puede repercutir en el bienestar y la vida laboral de los profesores. Esta fue su conclusión:

Los resultados de este estudio piloto sugieren que una intervención de mindfulness adaptada a los educadores potencia aspectos de la atención plena y la autocompasión de los profesores, reduce los síntomas psicológicos y el agotamiento, aumenta la conducta docente eficaz y reduce los sesgos atencionales.

Prácticas de mindfulness para profesores

En un nivel básico, la atención plena implica tomarse un tiempo para sentarse y estar en el presente. ¿Qué significa eso? La mejor manera de controlar tu cerebro para estar en el presente, para empezar, es concentrarte en tu respiración.

  • Ralentiza tu respiración.
  • Llena tu mente con la sensación de que tus pulmones se llenan de aire y luego con el movimiento de tu cuerpo al exhalar.
  • Concéntrate sólo en tu respiración.
  • Si tu mente divaga (puede que lo haga mucho al principio), no te regañes por ello. Fíjate en los pensamientos y envíalos por su camino, volviendo a centrarte en la respiración.
  • Empieza por hacer esto durante un minuto. Aumenta el tiempo que dedicas a esta práctica de atención plena: intenta hacerlo durante diez minutos.

Una vez que hayas dominado esta sencilla práctica de atención plena, te resultará muy útil en los momentos de mayor estrés en el aula y fuera de ella. Si te sientes abrumado por la carga de trabajo, tómate 5 minutos para concentrarte en tu respiración; la carga de trabajo sigue ahí, pero te sentirás mentalmente más preparado para afrontar la situación.

relajación profesorado

Escáner corporal de mindfulness

El mindfulness bodyscan puede ayudarte a relajarte física y mentalmente. Puede ser mejor que te acuestes para este ejercicio, por si funciona tan bien que te hace dormir. Túmbate y guía tu atención a través de tu cuerpo.

  • Comienza concentrándote en tu respiración.
  • A lo largo de esta práctica, nota el tacto y la presión de la superficie debajo de ti.
  • Mueve tu atención a diferentes zonas del cuerpo, ya sea sistemáticamente de la cabeza a los pies o de forma esporádica).
  • Toma nota de las sensaciones de tirantez, presión, temperatura y cualquier otra cosa.
  • Recorre todo tu cuerpo.

De nuevo, si ves que tu mente se desvía hacia otra cosa, acepta los pensamientos y luego vuelve a centrarte en la parte del cuerpo.

Ejercicio de atención plena

La atención plena puede aplicarse a una amplia gama de actividades: jardinería, alimentación y todo tipo de ejercicio. Es habitual distraerse del ejercicio que estamos haciendo, pero ser más consciente de nuestro ejercicio puede ser una gran práctica de mindfulness y hacer que tu ejercicio sea más agradable.

  • Utiliza la práctica de respiración que se mencionó en primer lugar durante el ejercicio para controlar tu respiración durante el cardio.
  • Intenta hacer un escaneo del cuerpo para tomar nota de cualquier dolor, molestias y posibles puntos débiles para las lesiones.
  • Si estás en la naturaleza para hacer ejercicio, utiliza la atención plena para tomar nota de todo lo que puedes ver, oler, oír, tocar e incluso saborear.

Momento de atención plena

Designa un acontecimiento cotidiano como desencadenante de un momento de atención plena. En la escuela, podría ser el timbre de la hora de la comida o una notificación que recibas habitualmente en tu teléfono. También puede ser algo que ocurra en el camino de vuelta a casa, como encontrarse con el mismo atasco de todos los días o ver cómo el semáforo se pone en rojo.

Sea lo que sea, utilízalo como señal para un momento de calma. Presta atención a tu respiración y haz una inhalación y una exhalación constantes. No es necesario que sea algo extenso, sólo un breve momento para reconocer tu respiración y prestarle atención.

Asegúrate de que, si decides tener un momento de atención plena en el coche, lo hagas cuando no estés en movimiento.

La práctica hace la paz

Por último, la atención plena requiere práctica. Para empezar, te darás cuenta de que tu mente divaga todo el tiempo. Intenta no enfadarte contigo mismo por esto. Los pensamientos que te distraen y el control para dejarlos ir forman parte del proceso y te ayudarán a dejar de lado los pensamientos que te estresan. Cuanto más practiques el mindfulness, más controlado y tranquilo te sentirás.

El mindfulness puede ayudar a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión, pero si sientes que no puedes afrontarlo, busca siempre el apoyo de un profesional sanitario.

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