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Ser un defensor de su hijo

cómo defender a tus hijos

Ser defensor: ¿qué significa?

Abogar es promover y defender los derechos, necesidades e intereses de otra persona.

Los niños suelen tener dificultades para defender sus propios derechos, necesidades e intereses. Pueden necesitar que alguien hable por ellos.

Un defensor es alguien que habla en nombre de otros. Un defensor puede buscar información, ir a reuniones como persona de apoyo o escribir cartas para otra persona.

Tú puedes ser un defensor de tu hijo.

Defender a su hijo

Si crees que tu hijo corre peligro, que no se satisfacen sus necesidades o que se le niegan sus derechos, es posible que tengas que abogar por él.

Tú conoces y comprendes a tu hijo mejor que nadie. Si hay personas que toman decisiones por su hijo o sobre él, usted puede ayudar a garantizar que esas decisiones sean en el mejor interés de su hijo.

Cómo abogar por su hijo: pasos

Paso 1: entender el problema

Asegúrese de que entiende claramente el problema al que se enfrenta su hijo. Por ejemplo, el colegio de tu hijo puede tener dificultades para controlar su comportamiento. Así que la escuela ha decidido que su hijo no puede participar en el programa de aprendizaje de la natación.

Paso 2: piense en lo que quiere para su hijo
Pensar en las necesidades de tu hijo te ayudará a decidir lo que quieres para él. Es importante mantener la mente abierta porque puede haber soluciones que no se te hayan ocurrido. Intenta informarte bien para poder tomar una decisión informada sobre lo que debes hacer. Puedes preguntar a otras personas lo que piensan.

Por ejemplo, tal vez quieras que tu hijo participe en el programa de aprendizaje de natación. O tal vez quieras una supervisión adicional mientras tu hijo está en el programa.

Paso 3: presentar una solución
Presentar una solución es más eficaz que quejarse. Por ejemplo, podría decir: «Si el comportamiento de mi hijo sigue siendo un problema, podría venir al programa de aprendizaje de la natación para ayudar a supervisar».

También es importante considerar si tu solución puede tener consecuencias negativas para tu hijo. Por ejemplo, si fueras al programa a supervisar, ¿se sentiría tu hijo avergonzado?

Y podrías pensar en el momento. Por ejemplo, ¿sería mejor que tu hijo participara en el programa de aprendizaje de natación ahora o que lo hiciera el próximo curso?

Defender a su hijo: consejos

Conoce los derechos de tu hijo
Serás más eficaz como defensor si conoces los derechos de tu hijo y las normas del sistema en el que abogas, por ejemplo, las leyes educativas de tu estado y las políticas de la escuela, o el apoyo médico al que tiene derecho tu hijo.

También te ayudará saber quién es el responsable de cada cosa en la escuela de tu hijo o en otros servicios que utiliza. Así sabrás con quién hablar y qué puedes esperar.

Si tienes tiempo, puede ayudarte familiarizarte con la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, que se aplica en Australia. También puedes consultar las leyes de tu estado y territorio en Youth Law Australia.

Mantén la calma
Si mantienes la calma y la educación, la gente estará más abierta a tu punto de vista. A menudo es mejor hacer preguntas y sugerencias en lugar de exigir cosas. Por ejemplo, puedes exigir algo como «que mi hija entre en el equipo de fútbol de la escuela». Pero una sugerencia puede ser más persuasiva: «Si mi hija consigue una plaza en el equipo de fútbol, será estupendo para la reputación de la escuela de tratar a niños y niñas por igual».

Si te cuesta mantener la calma, pide un momento para calmarte y ordenar tus pensamientos. Si esto no funciona, puedes pedir un breve descanso o suspender la reunión y concertar otra cita.

la mejor defensa para tu hijo

Organízate
Prepárate para las reuniones y lleva una lista de puntos y preguntas a las mismas. También ayuda llevar un registro escrito de las reuniones, los correos electrónicos y las llamadas telefónicas. Incluye la fecha y la hora, con quién has hablado o te has reunido, y lo que habéis hablado. También puedes guardar la información y los informes pertinentes que respalden tu caso.

Puedes guardar todos estos documentos en tu ordenador, en una carpeta o en ambos.

Consigue apoyo
Hablar con otros padres que han tenido experiencias similares o unirse a un grupo de apoyo puede ayudarte con información útil y apoyo emocional. También puedes obtener el apoyo de un voluntario o de un defensor remunerado que te explique la ley y los derechos de tu hijo. Esta persona también puede acompañarte a las reuniones.

Ayudar a los niños a defenderse por sí mismos

Desde una edad temprana, los niños pueden abogar por sí mismos diciendo que no o tomando decisiones sencillas.

Pero la autodefensa puede ser difícil si tu hijo no entiende la situación, los procesos o sus derechos, o no se siente seguro para hablar. Estas situaciones pueden surgir, por ejemplo, cuando su hijo empieza a ir al colegio o va al médico de cabecera.

He aquí algunas formas de ayudar a los niños a defenderse por sí mismos.

Fomente la confianza de su hijo
Puedes fomentar la confianza de tu hijo dándole responsabilidades y permitiéndole hacer cosas apropiadas para su edad por sí mismo, por ejemplo, ir a la tienda local a comprar leche o pasear al perro.

También puedes animar a tu hijo a que se sienta seguro de sí mismo para hablar si cree que algo no está bien. Una forma de hacerlo es leerle cuentos sobre personajes que se defienden a sí mismos y a los demás.

Escuche a su hijo
Escuchar activamente a tu hijo demuestra que te importa y te interesa lo que tiene que decir.

Puedes demostrarle que le has escuchado y entendido resumiendo lo que ha dicho. Por ejemplo: «¿Lo he entendido bien? Te enfadas porque los niños de tu clase te tiran bolas de papel cuando el profesor no mira».

Si no entiendes lo que dice tu hijo, hazle preguntas y habla de ello hasta que lo entiendas.

Ayude a su hijo a hablar
Puedes ayudar a tu hijo preparándolo para que exprese su punto de vista y pida lo que necesita. Por ejemplo, puedes ayudar a tu hijo a escribir lo que quiere decir al profesor sobre el comportamiento de los otros niños. También puedes hacer una representación de esta situación con tu hijo. Como parte del juego de rol, puedes enseñarle a tu hijo a mantener la calma y a ser educado.

También puede ayudar a su hijo a saber con quién tiene que hablar sobre un problema. Puede explicarle por qué es la mejor persona con la que debe hablar y qué puede esperar que haga o diga esa persona.

Si tu hijo tiene alguna consecuencia negativa por ser un defensor de sí mismo, es importante que lo respaldes. Por ejemplo, si un profesor se enfada con tu hijo por mencionar que otros niños tiran bolas de papel, puedes pedirle una cita para hablar del tema.

A medida que su hijo practique a hablar por sí mismo, tendrá más confianza para expresar su punto de vista.

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Apoyo a los niños con necesidades educativas especiales.

Muchos niños pueden tener problemas de aprendizaje. Hay una gran cantidad de problemas de aprendizaje que varían. Por lo tanto, estos problemas de aprendizaje deben tratarse de distintas maneras.

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